Imagen extraída de "www.wiok.es"
¡Nadie nos ha enseñado a tener paciencia!
¿Hay que padecer una larga y dolorosa enfermedad para aprender a ser pacientes?
¡Paciencia, paciencia! Sé paciente y saborea cada día, cada hora, cada minuto… Si te acercas a Cristo lo primero que te enseñará es aprender a vivir cada día desde la gratitud, la alegría, la honestidad… cada día como la única ocasión que tienes para vivir con el corazón. La medida de lo que haces es la alegría y la bondad que pones al hacerlo. Quizás pienses que es antiguo o chatarra beatería, pero si quieres disfrutar de paz, sosiego y felicidad, el camino es el Amor que le ofrece Cristo y el amor que usted debe ofrecer a los demás.
- ¿Sabe esperar con paciencia?
- ¿Ofrece paz o siembra intranquilidad?
Julián Escobar.
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