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Rezar con los labios y con el corazón.
Cuando usted reza, ¿van juntos palabras y pensamientos? Es frecuente que mientras sus labios rezan, su corazón esté muy lejos de Dios; que mientras sus labios recitan oraciones su pensamiento esté de excursión en sus ensoñaciones. Las oraciones que llegan a Dios son aquellas que se recitan con el corazón más que con los labios.
Un sacerdote le decía a un feligrés: “Sus oraciones son más conformistas que sus pensamientos. El cristiano, como sus oraciones, debe aspirar a más, a ser mejor; pero las suyas son conformistas”.
- ¿Usa muchas palabras y poco el corazón?
- ¿Reza con plena confianza en que Dios escucha sus ruegos?
“¿Por qué hay tan pocos gestos sencillos, sonrisas sencillas, gustos, amores, expresiones, modas y vidas sencillas… estamos inundados de lo superficial, doblez, disimulo, cursilería…” Lo sencillo es lo más bello y auténtico.
Julián Escobar.
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