Imagen extraída de "elregresa.net"
¡Terminarás manchándote!
Una hija se enfadó con sus padres porque no la dejaban ir a una discoteca de no buena fama. La hija decía: “Sé cuidarme”. Entonces los padres la invitaron a visitar una carbonería vestida con un vestido blanco. La joven dijo: “Si voy con vestido blanco me ensuciaré más que con otro vestido”. Los padres le respondieron: “Ves, hija. Por buena que seas y tus intenciones igual, nada impedirá que te ensucies si entras en un lugar sucio”.
- ¿Es prudente en su hablar y hacer, para no ensuciarse?
- ¿Sabe que no todo lo permitido es conveniente?
¿Somos lo que hacemos, o somos lo que somos ante Dios? Dios nos quiere siempre. Los que no queremos siempre somos nosotros mismos. Por nuestras terquedades y por caprichos, nos manchamos de desilusiones, rompemos corazones y lloramos nuestros auto-engaños.
Julián Escobar.
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