Imagen extraída de "protestantedigital.com"
San Lucas 1, 2 6-38. “Bajo tu amparo nos acogemos…”
En tiempos de bonanza
Nos dejamos llevar por la rutina, nos creemos poderosos, autosuficientes. Empezaremos a no dar valor a las cosas que tenemos. Confiamos más en nosotros que en Dios. ¿Para qué necesito a Dios si tengo de todo? ¡No necesito apoyarme en Dios! ¡Me apoyo en lo que tengo! ¿Qué importa que sea avaro y codicioso?
El pueblo de Israel tuvo que aprender a no poner su confianza en príncipes, en el poder, sino a ser fiel solo a Yahvé y confiar en Él.
- ¿Te dejas manejar por la rutina?
- ¿Te sientes autónomo de Dios?
La Iglesia ha padecido convulsiones, ha sufrido persecuciones. Pero siempre ha tenido presente que lo que sustenta a la Iglesia es Dios. Su Hijo Jesús es su cabeza y el Espíritu Santo su guía.
Julián Escobar.
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