Imagen extraída de "68.media.tumblr.com"
Paul Valery se proclamaba a sí mismo ateo y suspiraba por ser abrazado por la ternura de Dios. Dijo: “Si fuera creyente sería feliz, pues me sentiría rodeado de ternura y protección. Pero como soy ateo, soy infeliz..
Creemos en los lamentos de Paul Valery, pero tendríamos que preguntarle qué hacía él para alcanzar la gracia de ser creyente. Todos debemos preguntarnos qué hacemos para que las personas crean en nosotros, en lo que decimos.
Jesucristo dice: “por sus obras los conoceréis”. Una buena obra vale más que miles de palabras. Algunas personas están siempre diciendo que aman, y no dejan de traicionarlas.
- ¿Alabas con las palabras y traicionas con tus hechos?
- ¿Se fían de tus palabras los que te conocen?
Julián Escobar.
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