Imagen extraída de "alarconpsicologos.com"
¡Tú cotilleas, yo cotilleo…!
“El cotilleo es lo que a nadie le gusta, pero, ¡con lo que todo el mundo disfruta!” (J. Conrad).
Jesús dice: “Ahora me voy… y la tristeza os llena el corazón”.
Si miramos a nuestro alrededor vemos y oímos a mujeres enfadadas, maridos cabreados, hijos díscolos con sus padres y personas pluriempleadas. ¡Y unos cotillean de otros! Tienen el corazón triste porque, queriendo o sin quererlo, lo han cerrado a Cristo que es la Alegría. Una gran mayoría de personas piensan que, pasando tiempo de supermercados, restaurantes, gimnasios… tienen sus corazones llenos, pero ¿de qué? De aire, de quejas, de cotilleos… ¡Hay que llenarlos de amor, alegría y ayuda a quien lo necesite! Haz el propósito: ¡En vez de cotillear, rezar!
- ¿Eres dado al cotilleo?
- ¿Por qué se alegra o entristece tu corazón?
¿Sabes guardar un secreto?
Julián Escobar.
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