Imagen extraída de "www.tengoseddeti.org"
¡Las oraciones del corazón son escuchadas!
Un padre quiere darle una lección a su hijo, así que le manda retirar una gran piedra del camino, superior a sus fuerzas. El hijo lo intenta una y otra vez. El padre le insiste: “¡Haz todo lo que puedas por quitarla!”. El hijo le responde: “Ya he hecho todo lo que puedo”. El padre, le mira y le dice: “No hijo, no haces todo lo que puedes. Me puedes pedir ayuda y no lo has hecho”.
San Juan (15,5), nos dice: “Sin Él nada podemos”. Si le pedimos a Dios su ayuda, y se lo pedimos de corazón, Él nos ayudará encantado. Él quiere ayudarnos a quitar obstáculos del camino de nuestra vida, pero como nos respeta, espera que se lo pidamos.
- ¿Rezas con los labios o con el corazón?
- ¿Pides a Dios desconfiando de Él?
Julián Escobar.
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