Imagen extraída de "www.cuidatusaludemocional.com"
Quien no lucha contra sus caprichos, contra sus impulsos egoístas, vive en una continua derrota. Un hombre derrotado es un hombre sin sentido y sin orientación.
Hay que hablar, pensar y actuar en armonía entre la razón y el corazón, una no debe excluir a la otra, salvo excepciones.
Un soldado lucha bravamente defendiendo a su patria y a todo lo que ella representa: Prosperidad, libertad y respeto. Perdió un brazo y una pierna. Cuando el médico le expresa su condolencia por la pérdida del brazo y pierna, el soldado le dice: “No los he perdido, yo los he entregado por mi patria y por la libertad”.
Jesucristo también dijo: “No me quitáis la vida, la entrego Yo libremente”.
- ¿Qué te domina: la razón o el corazón?
- ¿Te dejas llevar por los primeros impulsos?
- ¿Razonas antes de actuar o hablar?
Julián Escobar.
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