Imagen extraída de "i.ytimg.com"
Desear el mal
Dos hombres muy envidiosos. Vino una gran hambre sobre la ciudad donde vivían y sobre ellos. Se les presentó un ángel y les dijo a los dos que pidieran lo que quisieran, pero que a uno le daría el doble que al otro. Así que a uno de ellos le dijo:
- Bien, pide tú
Éste se dijo:
- Si pido mucho trigo, aceite, jamones, etc. el otro tendrá el doble. Pues no pediré nada, aunque me muera de hambre.
El ángel volvió al Cielo escandalizado de lo fuerte y vengativa que es la envidia de los hombres.
- ¿Se alegra del bien de los demás?
- ¿Da gracias a Dios por lo que tiene?
Julián Escobar.
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