Imagen extraída de "3.bp.blogspot.com"
¡Ofrece algo mejor!
Por la calle va un perro hambriento con un hueso sucio y asqueroso en su boca. ¿Qué puedes hacer para que lo suelte? No lo conseguirás razonándole ni intentando quitárselo, se volverá contra ti. ¡Es lo único que tiene y lo defenderá con uñas y dientes! Pero si le ofreces una buena chuleta, el perro notará la gran diferencia y abandonará el hueso sucio por la chuleta.
Así es como hay que actuar los cristianos: ofreciendo el Evangelio como lo más sustancioso y mejor que alguien puede ofrecerte y tú puedes recibir. El ateísmo, la indiferencia… no se diluyen con razonamientos, sino con oferta del Evangelio y alegría.
- ¿Llevas un hueso o una chuleta en tu boca?
- ¿Ofreces el Evangelio como lo mejor de lo mejor que alguien puede ofrecer a los demás?
Julián Escobar.
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