¡Hacerse grande!
Lo pequeño puede hacerse grande como ocurre con el grano de mostaza (Mt 13, 31-35). Así, por ejemplo, las bacterias son casi invisibles, pero se multiplican con una rapidez asombrosa. El corazón de cualquier persona puede multiplicar el amor, el perdón, la bondad. “Las piedras de un castillo o casa en ruinas están muertas, en cambio la vegetación que crece entre sus grietas está viva: hiedra, hierba y flores lo atestiguan”.
- ¿Es usted levadura o piedra?
- ¿Ayuda a crecer a los demás o es impedimento?
Andar por tus caminos, vivir al compás de tu corazón, ver el mundo a tu modo recrearme en tus pensamientos abrir las puertas de mi amor. ¿Qué te parece, Señor?
Julián Escobar.
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