- ¿Qué consejo daría, Manuel, a los novios a punto de casarse?
- Que antes de contraer matrimonio limpien sus corazones y comportamiento de hipocresía. Hay muchos corazones que son charcas de fango y de frustraciones y piensan que con el matrimonio o con hijos todo será nuevo. Y no es así. Recuerde el drama de Shakespeare, Macbeth, la asesina no deja de lavarse las manos y las ve siempre sucias de sangre. Así, el novio o la novia que contraen matrimonio con el corazón lleno de secretos "inconfesables" tiene pocas posibilidades de éxito.
- ¿No cree que el matrimonio es el Ganges que limpia hipocresías, disimulos y otras cosas?
- ¡No! Al matrimonio hay que ir "limpios". Tanto el novio como la novia. Si se ocultan algo, luego aparecerá y... ambos pagarán las consecuencias. Cuando yo estoy con gripe, lleno de microbios ni beso ni me acerco mucho a mi Isabel, la contagiaría. al matrimonio hay que ir sin microbios. Muchos se casan pensando que es un "borrón y cuenta nueva". Los defectos o manías que ocultas saldrá y ¿qué hacer, entonces? Los cristales de las ventanas hay que limpiarlos por dentro y por fuera, si sólo limpias un lado, aparecen sucios. Yo pondría un gran cartel: "Prohibido ir al matrimonio con secretos nocivos".
Julián Escobar.
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