- Este año ha tenido buena cosecha de uva, Manuel.
- Muy buena. Tendremos un vino de gran calidad.
- bueno, por lo menos, el que beba alegrará o ignorará muchas penas.
- ¡Nada de eso! El buen vino es para celebrar una fiesta, para deleitarse bebiéndolo con unos tacos de queso o jamón, no para olvidar penas. El que ignora sus penas se condena a morir por ellas. cuando hay penas y queremos remediarlas hay que acudir a Dios.
- Pero ya sabe usted lo de san Ignacio: "trabaja como si todo dependiera de ti, y ruega a Dios como si todo dependiera de Él".
- Insisto. Las penas no se solucionan bebiendo, ni los problemas se solucionan cogiendo "buenas melopeas", los matrimonios solucionan los problemas hablando como personas, no como energúmenos. ¿Cómo lo hace usted.
Julián Escobar.
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