- Hay una cosa, Manuel, que llevo tiempo queriendo preguntarle.
- ¡Dispare sin miedo!
- ¿Qué hace usted para estar siempre tan alegre? ¿Con su Isabel también es así?
- Yo con mi Isabel soy auténtico. Es muy raro que estemos tristes de amargados incluso cuando haya momentos de tristeza. ¿Por que somos así? Porque su amor, ternura y presencia son mis fuentes de energías, y yo lo mismo para ella. ¿Sabe usted lo del pez?
- ¡No!
- Un pez lloraba y se lamentaba. Otro pez le preguntó: "¿Qué te sucede, padeces alguna desgracia? ¡No! Le respondió, solo que tengo sed, tengo mucha sed. ¿Tienes sed estando en el Mar? Tu lo que eres es un idiota". Hay maridos y esposas que se mueren por falta de amor, ternura y alguien que los comprendan teniendo junto a ellos, al esposo o esposa, que son un Mar de amor, ternura y presencia. Son como ese pez idiota. Y más idiotas cuando desprecian el Mar en el que viven y lo dejan por charcas.
- ¡Chapó, Manuel!
Julián Escobar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario