- Una pregunta, Manuel, ¿qué hace usted cuando su Isabel le grita por cualquier motivo con o sin importancia?
- Jaja... Tengo una regla infalible. San Vicente Ferrer se la daba a las señoras que peleaban mucho con sus maridos. Les decía: Tenga esta botella de agua, cuando su esposo empiece a decir insultos, llénese de agua la boca y manténgala en la boca hasta que su marido deje de gritar. Así, como la mujer no podía contestar al marido, no había pelea. Yo hago ésto. Cuando mi Isabel me mira con ojos de miuras a punto de cornearme, me lleno la boca de agua y la mantengo hasta que se desinfla su enfado y sus ojos vuelven a ser de mimosina.
- ¡No me lo puedo creer! ¡Es ridículo llevar la boa llena de agua para no armar polémica!
- Más ridículo es que dos personas, y más siendo matrimonio, se griten como dos fieras hambrientas por un hueso roído, pues casi siempre los enfados es por algo sin consistencia. además el método es muy eficaz, aunque mi Isabel un día me escondió la botella del agua y no me dió tiempo llegar a los grifos de la cocina para beber y... ¡y hubo polémica! Jaja
Un consejo: ¡Prueben a hacerlo, les dará resultado!
Julián Escobar.
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