Desde el primer hombre hasta nuestros días, todas las personas han sufrido, sufren y sufrirán miedos, dolores, angustias y mil cosas parecidas. Grandes y pequeñas, reales o imaginarias. ¿Qué se puede hacer? Pedirle a Dios que nos ayude a educar nuestros sentimientos. Nada es tan grande que no podamos soportar, ni tan pequeño que haya que ignorar. ¡Todo hay que aceptarlo con humildad y ofrecerlo a Dios con amor!
- ¿Le hacen sufrir las pequeñas cosas?
- ¿Le pide a Dios fuerzas para afrontar las adversidades sin caer en la angustia?
Hay épocas en las que las mediocridades triunfan. Como los hombres brabucones sacan pecho, pero las mediocridades son escondites de vidas vacías o pasados amargas. ¿Vive de mediocridades?
Julián Escobar.
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