¡Hay que gritar las cosas buenas!
Juan el Bautista ofrecía esperanza, ¡Ya está entre nosotros el Salvador! ¿Qué ofrecemos los cristianos del siglo XXI? ¿Somos la voz que grita a las gentes, a la sociedad que dirijan sus corazones a Dios?
Decía una madre:
- Mis hijos están siempre cansados, nunca tienen ganas de hacer nada. No ayudan en los quehaceres de la casa. Para divertirse siempre están dispuestos, para estudiar o colaborar en casa, siempre están cansados.
¿Le sucede esto a la sociedad?
¿Estamos cansados, desganados para las cosas de Dios?
Las heridas del corazón duelen más que las físicas, y como no se ve quién las sufre, cree no tenerlas, aunque se esté muriendo a causa de ellas. ¿Tienes tú heridas en tu corazón?
Julián Escobar.
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