“¡Levántate y anda!”.
Teilhard de Chardin, Jesuita, decía: “Soy un hijo del Cielo”. ¡Todos somos hijos del Cielo! Pero como hijos libres, con voluntad propia podemos caminar hacia el Cielo, hacia Dios, hacia el amor, o hacia el egoísmo, hacia los caprichos descontrolados.
¡Ir hacia el Cielo! Ir hacia el Cielo es caminar hacia la libertad, hacia la felicidad. Moisés anduvo cuarenta años por el desierto y aunque se enfrentó a multitud de peligros y adversidades, jamás pensó volver a Egipto, aunque el pueblo añoraba con frecuencia: “En Egipto éramos esclavos, pero comíamos carne. Aquí somos libres, pero comemos poco y mal”.
- ¿Cambiarías tu libertad por el placer?
- ¿Te sientes hijo del Cielo?
Julián Escobar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario