Yo, Dios, te pregunto
¡Derriba a los soberbios!
Los soberbios son ceros, sean como sean, y no depende de ellos sino del lugar que sean colocados. Así, dos ceros disentían cuál de los dos valían más. Uno era alto y delgado, el otro bajo y gordo. Otro cero les dijo: “¡Qué más da vuestra estatura o gordura, sois ceros como yo!”.
Diálogo de un sacerdote con el diablo:
- Yo, el diablo, te digo: “Tú te levantas temprano, pero yo no duermo nunca. Tú ayunas algunas veces, pero yo no como nunca. Solamente no puedo hacer una cosa: ser humilde”.
- Yo, pobre sacerdote, te digo: La humildad es la raíz de todas las demás virtudes cristianas. El humilde busca el bien de Dios y el bien de los demás, el soberbio todo lo que hace es en provecho propio.
- ¿Eres soberbio o humilde?
- ¿Buscas siempre tu propio bien?
- ¿Miras a los demás con altanería?
Julián Escobar.
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